LA GENERACION DEL 98
La generación del 98 es el nombre con el que se ha reunido
tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se
vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social acarreada
en España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense y la
consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos
los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y
1876.
Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y modernos.
Estos autores, a partir del denominado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista de Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de «generación literaria» definido por el crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció luego en su Literatura española. Siglo XX (1949).
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de «generación histórica», y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez-Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.
Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y modernos.
Estos autores, a partir del denominado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista de Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de «generación literaria» definido por el crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció luego en su Literatura española. Siglo XX (1949).
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de «generación histórica», y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez-Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.
CARACTERISTICAS:
1.
Distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y
aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en el origen del
llamado debate sobre el Ser de España, que continuó aún en las siguientes generaciones.
2. Sienten un
gran interés y amor por la Castilla miserable de los pueblos abandonados y
polvorientos; revalorizan su paisaje y sus tradiciones, su lenguaje castizo y
espontáneo. Recorren las dos mesetas escribiendo libros de viajes, resucitan y
estudian los mitos literarios españoles y el Romancero.
3. Rompen y
renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas
en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la novela impresionista
y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al
mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de Baroja,
influida por el folletín, o la novela casi teatral y cinematográfica de
Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-Inclán o
los dramas filosóficos de Unamuno.
4. Rechazan la
estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración retórica y de
carácter menudo y detallista, prefiriendo un lenguaje más cercano a la lengua
de la calle, de sintaxis más corta y carácter impresionista; recuperaron las
palabras tradicionales y castizas campesinas.
5. Intentaron
aclimatar en España las corrientes filosóficas del Irracionalismo europeo, en
particular de Friedrich Nietzsche (Azorín, Maeztu, Baroja, Unamuno), Arthur
Schopenhauer (especialmente en Baroja), Sören Kierkegaard (en Unamuno) y Henri
Bergson (Antonio Machado).
6. El pesimismo
es la actitud más corriente entre ellos y la actitud crítica y descontentadiza
les hace simpatizar con románticos como Mariano José de Larra, al que dedicaron
un homenaje.
7.
Ideológicamente comparten las tesis del Regeneracionismo, en particular de
Joaquín Costa, que ilustran de forma artística y subjetiva.
8. Ofrecen un
carácter subjetivo en sus obras. La subjetividad toma mucha importancia en la
Generación del 98 y en el modernismo.
Los representantes más conocidos
de esta generación eran:
*Miguel de
Unamuno: Fue un escritor y filósofo español perteneciente a la generación del
98. En su obra cultivó gran variedad de géneros literarios como novela, ensayo,
teatro y poesía. Escribió Amor y pedagogía, La agonía del cristianismo, El
pasado que vuelve y Fedra.
*Pío Baroja: Fue
impresor del periódico La Papeleta de Oyarzun y de otros textos durante la
guerra contra Napoleón. Escribió La
lucha por la vida, La selva oscura y El pasado.
*Azorín (José
Augusto Trinidad Martínez Ruiz): Fue un novelista español, además de ensayista,
dramaturgo y crítico literario. Escribió Diario de un enfermo y Cuentos y
memorias
*Antonio
Machado: Fue un poeta español, el más joven representante de la Generación del
98. Su obra inicial, de corte modernista, evolucionó hacia un intimismo
simbolista con rasgos románticos. También escribió:
Los
complementarios.
La
Lola se va a los puertos.
Las
adelfas.
Desdichas
de la fortuna o Julianillo Valcárcel.
Campos
de Castilla.
*Nuevas canciones.
Cancionero
apócrifo.
Poesías
de guerra.
Soledades.
Aparte de la
crisis que sufría España por aquel entonces, que daba un cariz pesimista a sus
obras, estaban influenciadas y se inspiraban en autores como Nietzsche o los
nuevos aires del movimiento intelectual del regeneracionismo, insuflado por
primera vez por Joaquín Costa. Si bien ambos movimientos expresan una visión
pesimista de España, unos, los regeneracionistas, lo hacen de forma documentada
y científica, mientras que los autores de la generación del 98 lo hacían en
forma literaria y desde la visión subjetiva de cada uno sus autores.
Muchos autores
de esta generación gustaban de reunirse en tertulias de café y escribir en
revistas literarias. Sentían amor por la olvidada Castilla, revalorizando su
paisaje, y dieron origen al debate de las dos Españas. Se centraban más en las
personas del día a día que en los grandes personajes y esto se reflejaba en los
personajes de sus obras. Escribió La prima Fernanda, Poesías completas,
Soledades y otras poesías, La guerra y Juan de Maraña.
El auge del republicanismo y la pugna anticlerical (1900–1910), así como importantes huelgas, sindicalismo, movilizaciones obreras o atentados anarquistas.
Estos autores, a partir del denominado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista de Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de «generación literaria» definido por el crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció luego en su Literatura española. Siglo XX (1949).
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet yUnamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de «generación histórica», y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán,Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez-Moreno, Miguel Asín Palacios,Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.
La crítica al concepto de generación fue realizada inicialmente por Juan Ramón Jiménez en un curso dictado en los años 50 en la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras), y luego por un importante grupo de críticos que va desde Federico de Onís, Ricardo Gullón, Allen W. Phillips, Ivan Schulman, y termina con las últimas aportaciones de José Carlos Mainer,Germán Gullón, entre otros. Todos ellos han puesto en duda la oposición del concepto de generación del 98 y demodernismo.
Por un lado, los intelectuales más modernos, secundados a veces por los propios autores criticados, sostenían que la generación del 98 se caracterizó por un aumento del egotismo, por un precoz y morboso sentimiento de frustración, por la exageración neorromántica de lo individual y por su imitación servil de las modas europeas del momento.
Por otra parte, para los escritores de la izquierda revolucionaria de los años treinta, la interpretación negativa de la rebeldía noventayochesca se une a una fundamentación ideológica: el espíritu finisecular de protesta responde al sarampión juvenil de un sector de la pequeña burguesía intelectual, condenado a refluir en una actitud espiritualista y equívoca, nacionalista y antiprogresiva. Ramón J. Sender mantenía todavía en 1971 la misma tesis (aunque con supuestos diferentes).
Los problemas a la hora de definir a la generación del 98 siempre han sido (y son) numerosos ya que no se puede abarcar la totalidad de experiencias artísticas de una extensa trayectoria temporal. La realidad del momento era muy compleja y no permite entender la generación basándose en la vivencia común de unos mismos hechos históricos (ingrediente básico de un hecho generacional). Esto se debe a un triple motivo:
- La crisis política de finales del siglo XIX afectó a bastantes más escritores que los englobados en la generación del 98.
- No se puede restringir la experiencia histórica de los autores nacidos entre 1864 y 1875 (fechas de nacimiento de Unamuno y Machado) al resentimiento nacionalista producido por la pérdida de las colonias. Se afianzaba además por aquellos años en España una comunidad social y económica casi moderna.
También se pude afirmar que hay una "generación artística del 98", formada por los pintores que siguen la temática casticista y la intencionalidad crítica de la "España negra" de Ignacio Zuloaga, seguida por varios artistas españoles y extranjeros que viajan a pintar a Castilla (especialmente a Segovia). La mayor parte de estos pintores conjuga conceptos plásticos provenientes de París con una temática y una gama de colores íntimamente ligados a España e incluidos por los grandes maestros de la Escuela Española como Velázquez, El Greco, Ribera o Goya. Entre los más destacados puede mencionarse a:
Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga, los hermanos Ramón y Valentín Zubiaurre, Gustavo de Maeztu, José Gutiérrez Solana; el grabadorRicardo Baroja.